Por Cecilio Andrade
Lord Edward Coke plasmó en una frase la base de lo que realmente pensamos todos sobre el hogar, “La casa de un hombre es su castillo.” Para la mayoría de la personas pensar acerca de la protección personal se basa principalmente en cómo mantenerse a salvo fuera de sus hogares. Eso si realmente piensan alguna vez en lo que les puede ocurrir a ellos en el exterior, sin duda eso es un asunto para otro artículo.
La gran mayoría de crímenes contra ciudadanos parece ser que ocurren fuera del hogar, y aparentemente los robos con invasión del hogar son menos frecuentes, aunque, desgraciadamente, suelen terminar de formas mucho peores.
La realidad es que las estadísticas que hacen referencia a “invasión domiciliaria” y “crímenes contra la propiedad” han aumentado constantemente. Existe mayor probabilidad estadística de que un hogar reciba una invasión domiciliaria antes que un incendio, por ejemplo.
Desafortunadamente, muchas invasiones de este tipo que busca el robo se acaba convirtiendo en delitos violentos mucho más dolosos, como violación y/o asesinato contra cualquier persona presente en el hogar en ese momento.
También de forma desafortunada los delincuentes aprenden y mejoran en sus habilidades y técnicas, los ciudadanos honestos no tanto.
Anillos en el hogar
En casi todos los ámbitos de la seguridad profesional, privada, ejecutiva, policial, militar, etc., se habla de la seguridad en anillos, no es nada novedoso. La seguridad del hogar no es menos, también tenemos anillos. La base de la seguridad domiciliaria debe consistir de anillos concéntricos de defensa, con un plan viable de respuesta ante cualquier tipo de entrada no autorizada.
El anillo externo buscará desalentar a potenciales criminales de considerar nuestra residencia como objetivo factible. Si un hogar parece estar bien preparado, por lo que puede implicar riesgos y esfuerzos, incluso encontrando resistencia, la mayoría de los amigos de lo ajeno la descartaran por objetivos más fáciles y menos preparados.
Un factor muy importante del anillo exterior es mantener el perímetro del hogar libre de desechos, proporcionando de este modo a cualquier integrante de la familia una buena vista hacia los puntos de acceso del hogar. No debemos proporcionar a los delincuentes objetos o paisajes que puedan utilizar para esconderse o enmascararse. Setos y jardines deben estar bien recortados y no ser excesivamente grandes ni generadores de zonas de sombras ocultadoras.
Dispondremos de una iluminación fuerte y elevada en todo el perímetro de la casa, especialmente por encima y/o cerca de los puntos de entrada. Siendo la iluminación externa el primer anillo físico y lejano, se situará elevada fuera de alcance, permitiendo la mayor distancia posible, física y legalmente permisible. Utilizaremos esta iluminación para eliminar las sombras creadas por la arquitectura de la casa y su entorno, eliminando cualquier escondite potencial en el cual los criminales pueden aguardar hasta que deciden acceder al inmueble.
Equipos de alarma con sensores de movimiento situados en ventanas y patios, un perro entrenado y alerta, junto a un vecindario vigilante también forman parte de los anillos exteriores que acaban por desalentar la selección de un objetivo.